El tablero del coche no está ahí solo para marcar la velocidad o el nivel de combustible. Es mucho más que eso. Las luces del tablero funcionan como un sistema de alerta que nos avisa, casi siempre a tiempo, de que algo no va bien. Ignorarlas puede salir caro.
Según distintos estudios, más de la mitad de las averías graves se podrían evitar si se actuara al primer aviso. Aun así, muchos conductores prefieren seguir circulando como si nada. A veces por desconocimiento, otras por comodidad, lo cierto es que dejar pasar estas señales suele acabar en visitas al taller que podrían haberse evitado.
En este artículo te contamos qué significan ocho de las luces del tablero más importantes y por qué no deberías hacer como que no las ves. Aprenderás a reconocerlas, a saber cuándo conviene parar el coche y qué pasos dar si alguna se enciende. Porque conocer bien tu vehículo es también una forma de cuidarlo.
¿Por qué es importante prestar atención a las luces del tablero?
Las luces del tablero están ahí para avisarte cuando algo no va como debería. A veces se trata de un problema eléctrico, otras de una avería mecánica o incluso de un fallo en los sistemas de seguridad. En cualquier caso, no son un simple adorno: conviene no pasarlas por alto.
No todas las luces tienen la misma urgencia. Las verdes y azules suelen ser informativas; las naranjas indican que hay algo que revisar; y si aparece una luz roja, lo más sensato es parar el coche cuanto antes. Saber diferenciarlas es clave para evitar sustos mayores.
Si se enciende alguna luz mientras conduces, lo primero es mantener la calma. Mira qué testigo es, consulta el manual del coche y, si sigue encendida o no sabes qué significa, acude al taller. A tiempo, la mayoría de avisos tienen fácil solución. Ignorarlos, en cambio, puede acabar saliendo muy caro.
Las 8 luces del tablero que nunca debes ignorar
1. Luz de presión de aceite
Es un pequeño icono rojo, casi discreto, que representa una aceitera antigua con una gota cayendo. Aparece entre las luces del tablero y, aunque su diseño evoca lo clásico, su mensaje es de absoluta urgencia. Su presencia jamás debe pasar desapercibida, especialmente cuando el coche está en marcha.
Esta luz señala un problema en la presión del sistema de lubricación del motor. Cuando se enciende, puede significar que hay muy poco aceite o que la bomba encargada de distribuirlo no está funcionando correctamente. En cualquier caso, es una advertencia que el propio coche lanza para evitar daños internos irreversibles.
Ante su encendido, lo más recomendable es detener el coche con suavidad pero sin dilación, en un lugar seguro. Apaga el motor de inmediato. Luego, comprueba el nivel de aceite con la varilla correspondiente. Si el nivel es correcto, no intentes seguir circulando. Es momento de llamar a una grúa o asistencia técnica.
Ignorar esta luz entre las demás luces del tablero puede provocar una avería severa en el motor, como el gripado completo de las piezas móviles. Y en este caso, no se trata de una simple reparación: hablamos de sustituir componentes fundamentales, con costes que pueden superar ampliamente el valor del propio vehículo.
Sí, es urgente. Una de las más urgentes. El coche, al igual que un cuerpo sin sangre, no puede funcionar sin aceite. Esta luz no ofrece segundas oportunidades. Reacciona al instante: detente, apaga el motor y protege la salud mecánica de tu vehículo como lo harías con la tuya propia.
2. Luz de temperatura del motor
La luz de temperatura del motor es una de esas señales del coche que nunca deberías pasar por alto. Si se enciende mientras conduces, significa que el motor se está calentando más de lo normal. Lo más sensato en ese momento es parar el vehículo cuanto antes para evitar daños mayores.
Este testigo suele encenderse por culpa de una falta de líquido refrigerante, un fallo en el termostato o un problema en el ventilador. A veces no hay síntomas previos: simplemente aparece la luz y, si no actúas rápido, la avería puede complicarse. Por eso conviene revisar el sistema de refrigeración con regularidad.
Seguir conduciendo con el motor recalentado puede acabar en una avería seria: desde una junta de culata rota hasta el gripado del motor. Esta es una de esas luces del tablero que, si se enciende, exige una reacción inmediata. Ignorarla puede salir muy caro.
3. Luz de batería
Si se enciende la luz de la batería mientras conduces, no la ignores. Significa que el sistema eléctrico del coche no se está cargando correctamente y que la batería está trabajando sola. Es decir, aunque el motor siga en marcha, podrías quedarte tirado en cualquier momento.
Las causas más habituales suelen ser un fallo en el alternador, una correa rota o floja, o la batería que ya no da más de sí. Cualquiera de estos fallos impide que el sistema eléctrico reciba la energía que necesita para funcionar con normalidad.
Ante esta señal, lo mejor es apagar todo lo que consuma electricidad (climatizador, radio, cargadores…) y dirigirte cuanto antes a un taller. Es una de esas luces del tablero que nunca hay que pasar por alto, porque el coche puede apagarse sin avisar, y eso —sobre todo si vas en carretera— puede ser muy peligroso.
4. Luz del sistema de frenos
Es una de esas luces del tablero que no dejan lugar a dudas: si se enciende, hay que parar y comprobar qué pasa. A veces basta con rellenar el líquido de frenos, pero otras puede haber un problema más serio en el sistema. En cualquier caso, no conviene seguir circulando sin revisarlo.
Un fallo en los frenos compromete la seguridad de todos. La distancia de frenado puede alargarse más de la cuenta o, directamente, el coche puede dejar de frenar como debería. En ciudad o en carretera, eso puede traducirse en un susto serio o, en el peor de los casos, en un accidente.
Por eso, si se enciende este testigo, no hay que pensárselo mucho. Lo mejor es acudir cuanto antes a un taller de confianza y salir de dudas. A veces es una tontería, pero otras puede ser la señal de un problema grave que está empezando a dar la cara.
5. Luz del airbag
Cuando se enciende la luz del airbag en el tablero, es señal de que algo no va bien con uno de los sistemas más importantes de seguridad del coche. Aunque no afecta a la conducción en sí, sí puede poner en riesgo tu integridad en caso de accidente, ya que los airbags podrían no funcionar como deberían.
Este aviso puede deberse a muchas cosas: un fallo en los sensores, un mal contacto en los cables o un problema en la centralita del sistema. En cualquier caso, lo que está claro es que conviene revisarlo cuanto antes. Ignorar esta señal es como confiar en un cinturón de seguridad que tal vez no se abroche cuando más lo necesitas.
Además, no es solo una cuestión de seguridad. Circular con esta luz encendida puede hacer que el coche no pase la ITV, ya que todas las luces del tablero deben apagarse correctamente al arrancar. Si no lo hace, es motivo directo de rechazo.
6. Luz del ABS
La luz del ABS no es de las que se encienden por capricho. A veces aparece sola, otras junto a la del freno, y aunque visualmente puedan parecer parecidas, el mensaje es distinto. Si ves ese círculo con las letras “ABS” en el tablero, algo no está funcionando como debería.
Este sistema entra en juego cuando frenas de golpe o el asfalto está resbaladizo. Evita que las ruedas se bloqueen y te ayuda a mantener el control del coche. Sin él, frenarás igual, pero perderás esa seguridad extra que, cuando la situación se complica, puede ser crucial.
¿Se ha encendido la luz y no se apaga? No lo dejes pasar. Aunque el coche siga respondiendo bien, el fallo puede agravarse. En carretera, cada detalle cuenta, y entre las luces del tablero, esta es de las que conviene tomarse en serio desde el primer momento.
7. Luz de fallo motor (Check Engine)
Es una de las luces del tablero más habituales, y también una de las que más dudas genera. A veces se enciende sin previo aviso, incluso aunque el coche parezca funcionar con normalidad. Pero cuidado: esa señal indica que algo no va bien en el sistema de gestión del motor.
Las causas pueden ser muchas y muy distintas. Desde una simple bujía en mal estado hasta una avería en la sonda lambda o un fallo en la mezcla de combustible. Incluso un tapón del depósito mal cerrado puede activar este testigo. Por eso, conviene no pasarla por alto.
Para saber exactamente qué está fallando, lo mejor es acudir al taller y realizar un diagnóstico con máquina. Solo así es posible saber qué provoca el encendido de esta luz. Ignorarla puede acabar saliendo caro, sobre todo si el coche entra en modo protección y reduce su rendimiento para evitar daños mayores.
8. Luz de fallo en el sistema de dirección asistida
Cuando se enciende el testigo de la dirección asistida, el coche nos está avisando de que algo no va bien en un sistema que usamos constantemente sin darnos cuenta. Esa ayuda que hace que el volante gire con suavidad puede fallar, y si lo hace, notarás enseguida que conducir requiere mucho más esfuerzo, sobre todo al aparcar o maniobrar en espacios reducidos.
Ignorar esta señal puede hacer que acabes conduciendo con una dirección más dura de lo normal, algo que no solo es incómodo, sino también peligroso en ciertas situaciones. Como ocurre con otras luces del tablero, no conviene dejarlo pasar. Una revisión a tiempo puede evitarte sustos innecesarios.
¿Qué hacer si se enciende una luz de emergencia?
Vas conduciendo con normalidad y, de repente, aparece una luz en el tablero. Es fácil ponerse en lo peor, pero lo más importante en ese momento es no perder la calma. Reduce la velocidad con suavidad y, en cuanto puedas, para el coche en un lugar seguro.
Antes de abrir el capó o sacar conclusiones precipitadas, fíjate en algunos detalles. ¿Hay líquido en el suelo? ¿Notas un olor extraño? ¿Sale humo? A veces el propio coche te da señales visibles de que algo no va bien. Si es así, no sigas circulando: llama a la asistencia.
El manual del vehículo suele estar olvidado en la guantera, pero es justo ahora cuando más útil puede resultar. Cada testigo tiene un significado concreto, y no todos indican una avería urgente. Consulta el símbolo que ha aparecido y sigue las indicaciones del fabricante.
Hay luces que avisan de fallos menores, pero otras como las del sistema de frenos, el motor o la presión del aceite requieren que pares de inmediato. Si no tienes claro si puedes continuar o no, lo mejor es no arriesgar. Una decisión a tiempo puede evitar una avería grave o un accidente.
La importancia de los mantenimientos preventivos
Las luces del tablero no se encienden porque sí. Detrás de cada testigo puede haber un fallo que, si no se detecta a tiempo, termina en avería. Por eso es tan importante llevar el coche a revisión cada cierto tiempo, aunque todo parezca funcionar con normalidad.
Un mantenimiento adecuado (revisar el nivel de aceite, comprobar el estado de los frenos, controlar la batería) puede evitarte muchos sustos. No es solo una cuestión de alargar la vida del coche, también es una forma de conducir con más seguridad y evitar gastos inesperados.
En Electromecánica Araujo lo comprobamos a diario. Muchos avisos que podrían parecer menores terminan en reparaciones serias por falta de revisión. Nuestro equipo se encarga de detectar el problema antes de que la luz se encienda y, si ya lo ha hecho, de darte una solución rápida y eficaz para que vuelvas a circular con total tranquilidad.
Las luces del tablero están ahí por algo. No son solo iconos encendidos sin más, sino alertas que indican que algo puede estar fallando. Algunas son más urgentes que otras, pero todas merecen atención. Ignorar lo que te está diciendo tu coche puede salir caro, y no solo económicamente.
Cuando una de estas ocho luces se enciende, es importante actuar con rapidez. A veces el problema es menor, pero otras puede comprometer tu seguridad o la vida útil del motor. Por eso, siempre es mejor revisar a tiempo que lamentarse después. El coche avisa. Escucharlo es tu responsabilidad.
En Electromecánica Araujo podemos ayudarte. Si ves alguna luz encendida y no sabes qué significa o qué hacer, pídenos cita. Revisamos tu coche a fondo para que vuelvas a conducir con tranquilidad. Solicita una revisión aquí y deja tu vehículo en manos de profesionales.